(Publicado en el Diario El Heraldo de Tabasco)
Aspirantes de oposición entrampados
Andrés López tomó su decisión de marcar distancia del PRD, con miras a que lo expulsen o –esperará sentado- que la cúpula partidista se le rinda, sin tomar en consideración el tremendo brete en que colocaba a sus seguidores en Tabasco, comenzando por quienes sí tienen expectativa política, como es el caso de los diputados locales que quieren ser alcaldes, o de los aspirantes a la gubernatura.
A él no le preocupa lo que le suceda al perredismo tabasqueño en octubre, porque su plazo fatal, el día en que librará “la madre de todas las batallas”, es el primero de julio de 2012. No hay “día después”. Y aquí, que cada quien tome la decisión que más le convenga.
Por lo pronto, ya establecieron públicamente que no se van del PRD, pase lo que pase, los diputados Bernardo Barradas, de Paraíso; Claudia Bojórquez, de Tenosique, y Alterio Ramos, de Tacotalpa. Y hasta ayer, nadie aquí había tramitado “licencia”.
Analicémoslo:
El tepetiteco está muy seguro de que podrá utilizar los registros de Convergencia y del Partido del Trabajo, desempeñándose como candidato externo y a conveniencia de esos dos institutos políticos, porque finalmente les dará muchos votos y, por lo menos, pasarán de tener cada cual alrededor de una decena de diputaciones federales y senadurías, a un poco más. Eso va a funcionar en la contienda federal.
¡Ah! Pero otra cosa es la local: aquí, PT y Convergencia manejan distintos entramados de intereses. Quizá el primero sí acceda a convertir en candidato a la gubernatura a Arturo Núñez Jiménez o Rosalinda López Hernández, por ejemplo. De todos modos, el PRD tendrá su propio abanderado, que puede ser uno de esos mismos senadores, u Oscar Cantón Zetina, Adán Augusto López Hernández y, en una de esas, hasta Evaristo Hernández Cruz.
El resultado será, es desde ahora: una tremenda confusión entre los actuales militantes perredistas y en los ciudadanos apartidistas que son los que, al final de cuentas, terminan inclinando la balanza electoral.
Podemos jugar a combinaciones diversas de candidaturas:
Núñez, PRD-PAN. Rosalinda o Adán, PT y, entonces quizá sí, Convergencia. O al revés. Y el efecto será el mismo: una fractura del movimiento oposicionista, la cual paradójicamente se está produciendo ya –no es mera especulación sobre algo que quizá se dé- en los momentos en que no pocos pensaron que existían las condiciones sociales, económicas y políticas para una alternancia en el poder en Tabasco.
Para el seno del priísmo, el mensaje sí es claro: aquellos que pensaban romper y pasarse a las filas amarillas o aliancistas, ahora ya saben que allá no hay futuro, al punto de que nadie les puede garantizar, siquiera, una buena posición en un listado plurinominal.
Entre los priístas podrán darse, sí, rupturas aparentes bajo pactos políticos que sólo fortalecerán a quien en esta especie de juego de ajedrez está claramente, como nunca, perfilado para ser el próximo gobernador.
En calidad de mientras, Javier May, presidente estatal del PRD, y Juan José Peralta, coordinador parlamentario “legítimo”, enseguida salieron a declarar que seguirán a Andrés Manuel a donde vaya. No obstante, se trata de pura lengua. ¿O qué acaso ya también presentó carta de “licencia” alguno de los “leales” del andrésmanuelismo?
El está en lo suyo: en su proyecto. Empero, no porque el ex candidato presidencial decidió colocar todo su capital sobre la mesa de apuestas para pasar a la historia como obstinado, irreductible e indomable, todos los demás se suicidarán políticamente. Le seguirán el juego, sí, hasta un último momento. Después, cada quien tomará su propio camino, a conveniencia personal.
Marcelo Ebrard, fortalecido ahora como prospecto perredista para la candidatura presidencial, alertó que la decisión de Andrés Manuel “es algo que nos debe de preocupar a todos los que militamos en las izquierdas. Hay que buscar que esto no crezca. En lo que yo pueda hacer, contribuiré para que no haya una ruptura entre las izquierdas mexicanas porque es la peor noticia que podemos tener”.
La Comisión Política del PRD se reunió anoche para determinar que resulta improcedente la solicitud de licencia del controvertido personaje, en virtud de que tal figura no existe en los estatutos. Jesús Ortega aseguró que tampoco habrá expulsión. Claro: se va solito.
La virtual renuncia
En su carta entregada la tarde del domingo a Camilo Valenzuela Fierro, militante suyo además de presidente del Consejo Nacional del PRD, Andrés López dice:
“He decidido dedicar todo mi tiempo a seguir fortaleciendo al Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), en el cual participan militantes del PRD, PT, Convergencia y ciudadanos sin partido, mujeres y hombres de buena voluntad que luchan, con autenticidad y sin engaños, por la transformación de la vida pública del país.
“Sostengo que de ninguna manera podemos convalidar el proyecto de la mafia del poder, que pretende consolidar un bipartidismo de derecha con el PRI o con el PAN que, al final de cuentas, representan lo mismo; es decir, prolongar el régimen de opresión, corrupción y privilegios que está destruyendo al país y afecta cada vez más el bienestar y la tranquilidad de la mayoría de los mexicanos.
“Esta licencia –concluye- también me permitirá dedicarme a construir una alianza desde abajo y con la gente en el Estado de México para apoyar, en su momento, una candidatura que represente un verdadero cambio en beneficio de todos y, en particular, de los más pobres y desposeídos”.
Valenzuela aseguró ayer que los andrésmanuelistas representan más del 60 por ciento del perredismo.
Juan_ochoa45@hotmail.com
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