martes, 8 de febrero de 2011

Transparencia Política: Erwin Macario Rodríguez / Columna / Feb 08

(Publicado en el Diario Rumbo Nuevo)
erwinmacario@hotmail.com

El pochó cibernético

No sé, respondió el ama, si se llamaba
Frestón o Fritón, solo sé que acabó en ton
su nombre. Así es, dijo Don Quijote, que ese
es un sabio encantador, grande enemigo mio,
que me tiene ojeriza porque sabe por sus artes
y letras que tengo de venir, andando los tiempos,
a pelear en singular batalla con un caballero a quien
él favorece... Miguel de Cervantes Saavedra.

Como el Manco de Lepanto, en su prólogo a El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, menester es explicar en este texto que “acontece tener un padre un hijo feo y sin gracia alguna, y el amor que le tiene le pone una venda en los ojos para que no vea sus faltas, antes las juzga por discreciones y lindezas, y las cuenta a sus amigos por agudezas y donaires”.

También decir: “Pero yo, que aunque parezco padre soy padrastro de Don Quijote, no quiero irme con la corriente del uso, ni suplicarte casi con las lágrimas en los ojos, como otros hacen, lector carísimo, que perdones o disimules las faltas que en mi hijo vieres…”.

Esta vez, —sin intentar una sátira de aquella ilustre y grande obra de la literatura universal— se escribe no para contar las aventuras, las “agudezas y donaires” de este moderno y cibernético personaje, sino para quemarle los espacios que frecuenta —en vez de llevar a la pira los libros causantes de su desgracia—, en un intento de volverlo a la cordura, salvando con ello lo que su caletre desvirtúa.

En Facebook, grupo “Anécdotas Tabasqueñas”, el viernes pasado apareció esta joya inigualable: “les invito a mi pueblo tanajtzité, nuestra danza heterosexual de la creación les espera. Ni hermafroditos ni andróginos !!!! no es Roma es maya su origen. Guerra vs España, y su reina la catolika madre de sus galos cebelianos ardillas !!! jajajaja”.

Ahí mismo: “Y como es el carnaval más extraño del mundo también esperamos travestis, sodomitas, lesbianas para complementar lo extraño de su fiesta !!!! no falten”.

Pocos saben cómo este personaje llegó un mal día a la tierra de la Danza del Pochó, cómo se hizo “jaguar rojo” y general de esa danza. Títulos que en su poca sesera ha creado.

Tampoco bajo qué encantamientos, subyugó a las autoridades municipales y de la cultura de Tabasco para convertirse en el “investigador” del ancestral baile y, mucho menos, bajo qué artes diabólicas ha escrito sobre esa tradicional danza, tergiversándola, sin que nadie ose, oficialmente, desmentir, acotar sus locuras.

Por el contrario, muchos son los que alientan estas desviaciones históricas, justificadas en una mente obnubilada pero censurable en quienes deben vigilar y salvaguardar nuestras tradiciones populares. A estos les ha puesto, como al padre o al padrastro, “una venda en los ojos para que no vea sus faltas, antes las juzguen por discreciones y lindezas, y las cuenten a sus amigos por agudezas y donaires”.

Toda proporción guardada —aun pensando en nuestros locos como El Almirante Achirica, María Garrido, José El Cieguito—, este orate, como aquel divino loco que nos legó Cervantes Saavedra, devino en sus andanzas culturales porque “se le secó el celebro de manera que vino a perder el juicio- Llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros, así de encantamentos como de pendencias, batallas, desafíos, heridas, requiebros, amores, tormentas y disparates imposibles”.

Si en aquel divino loco fueron los libros de caballería las causas de su desatino, en éste desquiciado le poblaron la mente, y se la destornillaron, las lecturas esotéricas, teosóficas, los libros y las prácticas religiosas que le provocaron tal confusión mental que, si Don Quijote tomó lanza y adarga y una mal compuesta celada, montó en Rocinante y salió a los campos de Montiel a “desfacer entuertos”, este innombrable nuestro se disfrazó de tigre y en vez del yelmo de Mambrino se colocó el sombrero de cojó, se encaramó en su motocicleta y empezó a invadir los campos de la cultura.

No se sabe si influyeron en el trastrocamiento de su mente los rituales que para lograr un estado alterado de conciencia usaba don Juan, el diablero que podía transformarse en pájaro, coyote o cualquier otra criatura, según cuenta Carlos Castaneda en Las enseñanzas de don Juan; se ignora si le entró a los hongos que hicieron famosa a María Sabina o si, como se sospecha, se empolva la nariz.

Lo cierto es que no toda la culpa es de Elena P. Blavatsky, Annie Besant, Djwhal Khul, Osho, la Tabla Esmeralda de Hermes Trimegistro y Hortulano, Saint Germain o el mismo embaucador Lobsang Rampa y otros muchos autores que se le enredaron en la mente, se la hicieron un mondongo.

LADO CLARO

La locura de algunos no es causada por autores de esoterismo y ocultismo, ni tampoco por las lecturas de libros sagrados de muchas religiones. Lo cierto es que todo se les vuelve un mondongo en el cerebro al usar “ayudas” para lograr un estado alterado de conciencia.

*Periodista. Premios: Radio Chapultepec, Club Primera Plana (35 y 40 años), Premio México de Periodismo, el Premio Estatal 1991 y el Rumbo Nuevo 2010. Ha publicado Periodismo y utopía, Vocabulario tabasqueño (en colectivo) y el prólogo de La última ruta de Cuauhtémoc, de Humberto Muñoz Ortiz www.erwinmacario.blogspot.com

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