lunes, 7 de febrero de 2011

Visión Citadina: Andrés Llanos Córdova / Columna / Feb 07

TRANSPARENCIA Y CORRUPCIÓN

Hacia finales del año 2010, el organismo conocido como TRANSPARENCIA INTERNACIONAL, calificó a México como uno de los países con muy altos índices de corrupción, en el detalle de los estados donde se concentra este cáncer, Tabasco sale a relucir.

Para los ciudadanos tabasqueños, esto podría no ser noticia, sino el reconocimiento de la cotidiana y constante realidad. La corrupción es la raíz de los problemas de Tabasco y no como pretenden los actuales gobernantes, que buscan trasladar las culpas a todos lados, menos al interior de la actividad gubernamental.

En las últimas 3 décadas, en las regidurías, diputaciones, alcaldías, gubernatura; en los órganos electorales, de justicia, en el congreso y en general en la esfera del poder; los escándalos de corrupción y la tolerancia a la impunidad han forjado el rostro actual de Tabasco.

Como consecuencia de estos vicios, la sociedad empobrece un poco más en cada sexenio, el desánimo social no es reciente, sino que es producto de la acumulación; la economía es un cadáver viviente, donde el gobierno aporta solo dos centavos de recursos propios, por cada peso que gasta.

Desde principios de los ochentas, ya se advertía del riesgo y las consecuencias futuras que tendría la creación de élites de poder, apegadas a Pemex y al gobierno del estado. Sin embargo la clase política priista, ha preferido mantener a la entidad en una ilusoria unidad para el progreso, mientras saquea las arcas públicas.

El futuro ha alcanzado a Tabasco; hoy se viven y sufren las consecuencias de la corrupción, en un estado que mucho se asemeja al caos. La élite gubernamental se aferra a su viejo e ineficiente sistema, con lo que busca permanecer en el poder. Sin garantías de honestidad, transparencia ni rendición de cuentas.

En el recuento de los daños, en 2010 uno de los grandes empleadores que sostiene la economía; es decir el gobierno del estado, se sacudió a más de 3 mil burócratas. En 2011, Pemex, el otro empleador cerró 24 plazas en la entidad, trasladándolas al Distrito Federal.

Con absurdas protestas el gobierno estatal y algunos empresarios, se rasgan las vestiduras por lo que llaman el abandono de Pemex y la afectación de la economía. Con lo que desvían la atención de la verdadera razón, así logran que los ciudadanos no reclamen al gobierno su irresponsabilidad.

Más que sainete, lo que se necesita es poner los cimientos, para el verdadero progreso de Tabasco. Una primera piedra para lograrlo, puede ser el cambio de gobierno y la alternancia para la democracia; hoy día tenemos muchos ejemplos de estados que han dejado atrás la corrupción priista, comenzando a construir un nuevo escenario social, proyectado en el Bien Común.

Decir que Tabasco es corrupto, es asestarle un golpe más a la sociedad tabasqueña, que ha tenido que aguantar las tropelías del poder. Un buen inicio sería reconocer que el gobierno de Tabasco es corrupto y culpable de la devastación del estado.

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