miércoles, 2 de marzo de 2011

La Agenda Settings: Jorge A. Leyva / Columna / Mar 02

(Publicado en el Diario Presente)

¿Dónde estábamos que les fallamos?

El reporte Información sobre el Fenómeno Delictivo en México dado a conocer por el Gobierno Federal el año pasado y que se puede consultar en la página electrónica de la Secretaría de Gobernación reconoce la debilidad de las instituciones de seguridad y justicia que tenían al iniciar la actual administración del Presidente Felipe Calderón, refi ere que se padecían serías deficiencias en el marco jurídico e institucional del país, la existencia de muchos cuerpos policiales mal pagados y equipados, sin esquemas de coordinación entre sí. Pero además, muchas de estas corporaciones estaban amenazadas o compradas por los delincuentes, con ministerios públicos y juzgados insufi cientes, poco profesionalizados e inefi caces.

Si esto no fuera poco, el reporte explica que a la par las leyes eran obsoletas y todas estas múltiples defi ciencias motivaron que algunas instituciones de seguridad y justicia, particularmente a nivel local, optaran por llegar a arreglos tácitos o explícitos con los criminales. En suma, la situación de inseguridad al inicio de Felipe Calderón concentraba varios fenómenos que debían ser atendidos, esto es; la presencia de organizaciones criminales extendida en todo el país, los grupos delictivos estructurados y con amplia capacidad de corrupción y generación de violencia, la fragilidad de instituciones que debían combatir la delincuencia, el creciente consumo de drogas y tejidos sociales desintegrados, así como la escasa cooperación internacional para la atención de problemas de carácter regional.

La situación que actualmente vive México en materia de seguridad es resultado de una serie de factores acumulados a lo largo de décadas. Entre las principales causas está la expansión y fortalecimiento de la delincuencia organizada, especialmente de los cárteles del narcotráfico, la debilidad de las instituciones de seguridad y justicia en todo el país, la existencia de condiciones sociales y económicas, insuficiencia de oportunidades educativas y laborales, que propician que algunos mexicanos decidan incorporarse a las actividades ilegales, incluso hablando del tema de los jóvenes no podemos perder de vista que se están integrando también como parte de un sentido de pertenencia, entrando a las fi las del narcotráfico para lograr entre otras cosas: aceptación social, todo porque nosotros como sociedad y gobierno no les hemos podido dar esas oportunidades. No podemos perder de vista que según datos que aporta la investigación “Meninos de Río: jóvenes, violencia armada y policía en las favelas cariocas”, promovida por UNICEF y coordinada por la investigadora Silvia Ramos, del Centro de Estudios de Criminalidad y Ciudadanía de la Universidad Candido Mendes en Brasil, al preguntárseles a los jóvenes por qué entran en el narcotráfi co, ellos respondieron que era por la sensación de poder y el acceso a mujeres.

La cuestión es que nos falta trabajar más en valores y educación para nuestros hijos y fortalecer la familia. Porque es cierto, nuestros jóvenes no se levantan un día y deciden irse a delinquir. ¿Dónde están los padres? ¿Dónde están sus familiares? ¿Dónde están los profesores y maestras? ¿Dónde estábamos que les fallamos? No podemos dejar de mencionar que nosotros como sociedad también hemos fracaso en esta asignatura.

Para tener en cuenta en la Agenda: Se realizará la 52 edición de la Muestra Internacional de Cine, esto será del 25 de marzo al 13 de abril en la Sala de Arte Antonio Ocampo Ramírez en la Zona Cicom. Así es Canito, tienes razón, la política para derrotar al crimen y recuperar la seguridad, debe redoblarse con una participación más amplia y decidida no sólo del Gobierno Federal, sino también de los gobiernos estatales y municipales, de los poderes Legislativo y Judicial, pero también de la sociedad, porque también nos corresponde a nosotros.

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