martes, 8 de marzo de 2011

Opinión: Dolores Gutiérrez Zurita / Mar 08

(Publicado en el noticiero de Tabasco Hoy Radio)

Día Internacional de la Mujer

Este martes se celebra el Día Internacional de la Mujer. Fecha desgastada y trillada que se utiliza para intentar hacer en un día, lo que por años difícilmente se practica: respetar a la mujer, reconocerla como pilar de las familias y custodias de las mismas, actrices principalísimas de los cambios sociales y políticos ocurridos a través de los siglos en las civilizaciones.

A pesar de las grandes contribuciones, del sacrificio hasta personal, del solidario acompañamiento con sus pares quienes en muchos casos ni siquiera se merecerían ser tomados en cuenta, lo cierto es que, el empoderamiento y la ciudadanización de la mujer es un camino que se construye diariamente, sorteando dificultades y padeciendo cualquier cantidad de acciones misóginas y machistas.

La creciente inclusión de la mujer en áreas estratégicas, en la toma de decisiones y de conducción incluso de naciones, no es resultado de la mundialización de la democracia, sino producto del esfuerzo diario de millones de ellas que se visualizaron, se reconocieron y decidieron dar un paso al frente, con la esperanza de que su ejemplo, motivara a miles más a seguirlas; con el anhelo también de que los varones reconocieran que su crecimiento profesional y personal transita por el apoyo que reciban de las mujeres que están a su alrededor.

Cambiar el dicho “ detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”, por “junto a un gran hombre , está una gran mujer”, no ha sido fácil y mucho menos es un asunto agotado y concluido. Prueba de ello es que mientras en Occidente pudiera aceptarse que el reconocimiento de la mujer avanza con constancia, en Oriente y Asia, la mujer sigue sin ser vista, blanco de las peores vejaciones hacia su persona por el simple hecho de ser mujer.

En nuestro país se han aprobado normas y políticas públicas que tienen como objetivo garantizar el pleno respeto de los derechos de las mujeres, pero la realidad muestra que falta mucho por hacer para detener la mayor vergüenza nacional que es liderear los índices mundiales de feminicidios y para muestra están las estadísticas de Ciudad Juárez, el Estado de México, Guanajuato e incluso Tabasco, en donde durante las primeras semanas de este aún joven año, los periódicos dieron cuenta de por lo menos 5 mujeres asesinadas.

Pero a los asesinatos con extrema violencia de mujeres, se le suman como una realidad que está ahí y que siguen a la espera de ser atendidos con planes y programas bien planificados, los índices mortales causados por el cáncer de mama y el cérvico-uterino; las escasísimas oportunidades de empleo para ellas , sobre todo de autoempleo en sus mismos hogares; las agresiones físicas, verbales y psicológicas de sus parejas así como el hostigamiento sexual de sus compañeros de trabajo.

El Censo Nacional de Población 2010 precisa que en México habemos 57 millones de mujeres y en Tabasco las cifra es de un millón 137 mil 704. En ambos casos, habemos más mujeres que hombres.

Pero ser más, no es visa que garantice una mejor atención a la vida, a la salud, a la educación, al esparcimiento, al progreso. Por ello y dada la cercanía de la renovación tanto de la presidencia de la república como del Gobierno de Tabasco el año entrante, mexicanas y tabasqueñas habremos de tomar conciencia sobre el rol protagónico que deberemos adoptar en el rescate del país y del Estado.

Si las mexicanas y las tabasqueñas nos decidimos, el cambio verdadero será una realidad de terciopelo, producto de las urnas llenas de votos de conciencia.

Si las mexicanas y las tabasqueñas nos decidimos, sí cambiaremos el destino trágico y ensangrentado que el PRIAN le ha pintado a la Patria Chica.

Las mexicanas y las tabasqueñas No tenemos derecho a desahuciar el destino de hijos y nietos.

Llegó la hora de las mexicanas y las tabasqueñas. No hay segundo, minuto ni hora que perder.

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