(Publicado en el Programa Telerreportaje)
CIUDADANOS LIBRES EN ACCIÓN
En el escenario de la democracia, los ciudadanos participan en los asuntos públicos de manera consciente y libre.
El oficio ciudadano, no debe ser manipulado por las ambiciones políticas de quienes crean “organizaciones ciudadanas”, las cuales ponen a la disputa del mejor postor electoral y con ello obtienen beneficios personales o de grupo.
Al fin y al cabo se conducen por la idea de que “el fin justifica los medios”. Así de manera tácita arremeten contra la dignidad ciudadana; además el alma de los movimientos sociales, descansa en sus principios y su lealtad propia.
Aquellas organizaciones que un día nacen con la identidad de un partido político, para al día siguiente estar al servicio de otro partido; no puede ser tomada en serio por los ciudadanos; ya que carece de representatividad moral, como consecuencia de la falta de una decisión clara.
Que una asociación ciudadana se identifique con algún partido político no es delito, porque el resto de los ciudadanos, entiende su participación en el entorno de la política. Sin embargo las “asociaciones ciudadanas” que no son honestas en sus objetivos, ni se abren al escrutinio de la sociedad; solo buscan asestar la traición colectiva.
Por lo tanto, por más instrumentos publicitarios utilizados por una organización para la captación del ánimo ciudadano; lo más importante es la autenticidad, la congruencia y el compromiso social de la organización.
Cualquier actitud de sentido contrario, no será más que un intento por engañar, manipular y sacar provecho de la voluntad, la buena fe de los ciudadanos y un descaro por atajar la verdadera libertad de acción que caracteriza a la misma.
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