martes, 20 de marzo de 2012

LATITUDES: Humberto Iduarte / Columna / Mar 20

PEMEX Y SU REALIDAD.

 Ayer que Felipe Calderón en su discurso a propósito del aniversario de la expropiación petrolera, diría que Pemex goza de cabal salud y que todo está perfecto, se le olvidó mencionar de su fracaso al no poder cumplir con la construcción de UNA refinería durante su mandato. A propósito de ello hay que contrariar su versión de lo que es hoy Pemex en breve forma.
En el año del 2011 la empresa más rentable de México obtuvo utilidades brutas por 784 mil 532 millones 426 mil pesos, pero debido a la sangría financiera de la que es víctima, con la onerosa carga fiscal, sus utilidades se convirtieron en una pérdida de 91 mil 483 millones 321 mil pesos, cantidad que fue superior en 103.4 por ciento a las pérdidas registradas en 2010, o sea el doble del año anterior en perdidas, cuando se ubicaron en 44 mil 981 millones 302 mil pesos.
Este deterioro propició que el patrimonio o el capital contable de la empresa y sus organismos subsidiarios fuera negativo en 192 mil millones de pesos contra los también negativos de 111 mil 300 millones registrados en 2010.
En fin, Pemex es por hoy una empresa desgastada y gastada en todos sentidos, sin el cumplimiento sexenal de Felipe Calderón de construir una refinería para dejar de comprar las gasolinas a los estados unidos y dejar de vender barriles de petróleo y comprar la gasolina resulta el peor negocio del mundo, pero se sigue haciendo, todo por falta de las refinerías necesarias para solventar el consumo de este producto. Hay que decirlo de nuevo, en estos dos sexenios de alternancia panista no se construyó ninguna. Todas provienen del pasado.

De los tres candidatos viables, Josefina no ha abierto la boca como hacerle para resolver este problema. Peña Nieto ha tocado el tema muy sutilmente diciendo que hay que darle la entrada a la iniciativa privada, todo ello a sabiendas de lo delicado del asunto y de lo que puede costarle electoralmente. No es clara esta propuesta ni significa un cambio real para darle solución y fortalecer esta toral empresa por parte del priista.

Andrés Manuel López Obrador ha dicho repetidamente que tiene las formas para rehacer la empresa y sacarla del fracaso.

Andrés Manuel dice que hay que cambiar el manejo integral del sector energético, para utilizar en forma eslabonada toda la cadena de valor (exploración, producción, refinación, petroquímica, gas, electricidad y energías renovables). Explotar el petróleo y el gas con criterios de sustentabilidad y de preservación del medio ambiente.
Afirma que no se dejará dominar por la euforia por vender mayores volúmenes de crudo al extranjero con el agotamiento prematuro de los yacimientos y la quema de gas a la atmósfera.
Se compromete además a construir cinco refinerías: en Tula, Hidalgo; Salamanca, Guanajuato; Salina Cruz, Oaxaca; Dos Bocas, Tabasco, y en Atasta, Campeche, esto con el propósito de generar empleos y dejar de importar 500 mil barriles diarios de gasolinas y diesel, que representan 51 por ciento del consumo actual, con una erogación de más de 27 mil millones de dólares anuales, con ello afirma podrá reducir el precio de las gasolinas, el diesel, el gas en beneficio de los consumidores y del sector industrial.
El compromiso que hace de limpiar a Pemex de corrupción y de esta forma financiar gran parte de la inversión que demanda la industria petrolera es una demanda popular que desde años se espera.

Andrés Manuel López Obrador, el día de ayer dijo en una conferencia de prensa debida a la celebración del aniversario de la expropiación petrolera que de ganar los comicios de julio próximo respetará los contratos y concesiones que ha firmado Petróleos Mexicanos.
pero "ya no vamos a celebrar convenios con esas características", porque se buscará que se beneficie al país.
Insistió, "vamos a respetar contratos y concesiones, pero ni uno más con esas características, no se van a seguir entregando contratos como los de Chicontepec, o los que se otorgaron a Repsol para la explotación de gas en la Cuenca de Burgos".

De acuerdo con el virtual candidato presidencial de la Izquierda, esos contratos “no resisten una auditoría técnica administrativa” (…) "son benéficos para las empresas extranjeras, pero muy mal negocio para México".

Así el panorama hasta hoy de Pemex, sus gravísimas carencias, su pésimo manejo, las promesas incumplidas del gobierno panista, las propuestas débiles del candidato del PRI para sacarla del hoyo y lo que dice “el peligro para México” según sus enemigos, de lo que hará si llega a la presidencia.

Recordemos que Pemex es la palanca para salir adelante, no hay de otra forma. Ninguno de los otros dos candidatos ha dicho esta boca es mía. Por lo tanto, me quedo con la propuesta de AMLO. No hay otra, ni mejor desde mi punto de vista.

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