Publicado en La Verdad del Sureste
Por Cecilia Vargas
Alrededor de cien indignados representantes indígenas de comunidades de Centla, mostrando fotografías de los daños ocasionados por las obras de desazolve de la Conagua en Tabasquillo, exigieron ayer al delegado de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la clausura de esos trabajos por el daño ocasionado a un santuario de manaties, lagartos y tortuga blanca, entre otras especies de la fauna silvestre.
Acompañados por integrantes del Comité de Derechos Humanos de Tabasco y de la Asociación Ecológica Santo Tomás, los inconformes fueron recibidos por el delegado y subdelegada de la Profepa, licenciado Antonio Lope Báez y la ingeniera Mayra Villagómez Gómez, respectivamente.
En el auditorio de la delegación de Profepa, pescadores y habitantes de las comunidades Tabasquillo y sus diferentes secciones, Los Idolos, Chilapa, San Roque, Simón Sarlat, Santa Cruz, San José, Santa Cruz, entre otras, reclamaron airadamente al delegado y subdelegada de la Profepa, por no intervenir en la destrucción del santuario de manaties, lagartos y tortuga blanca del arroyo Tabasquillo, por parte de la empresa que realiza trabajos de desazolve para la Conagua.
Los dos funcionarios, dijeron a los reclamantes que fue la Semarnat la que otorgó ese permiso y que no era facultad de la Profepa intervenir, pero además que, en un recorrido que habían realizado trabajadores de esa dependencia no habían detectado máquinas trabajando ni los daños denunciados.
Representantes de dichas comunidades mostraron las fotografías que tomaron integrantes del Codehutab y Santo Tomás el pasado miércoles, como evidencia del daño ecológico causado en la zona, tomadas en una visita que el miércoles pasado realizaron integrantes de Codehutab y Santo Tomás y donde se observa un arrasamiento forestal y animales muertos.
Luego de que Hugo Ireta Guzmán de Santo Tomás, expusiera que la Semarnat esta realizando un trabajo irresponsable al autorizar un proyecto que afecta el santuario de Tabasquillo, Efraín Rodríguez León, asesor jurídico del Codehutab, dijo a las autoridades que no era posible que ellos en dos horas de recorrido vieran lo que los empleados de Profepa no vieron.
Luis Domínguez Contreras, ex vigilante ambiental de Tabasquillo, dijo a los dos funcionarios que si no vieron los troncos de tinto en el fondo del río y la “chombada” que permanece en la zona, no para comer animales vivos sino muertos, fue porque no se bajaron de la lancha.
Hizo notar que las máquinas que ahí que realizan esa obra, son advertidas de la presencia de los defensores de derechos humanos y de funcionarios, para que no las vean trabajando y otro de los inconformes mencionó que la empresa está trabajando por la noche.
Domínguez Contreras echo en cara a los representantes de la Profepa resulta contradictorio que a varios de ellos los nombraron vigilantes ambientales y los felicitaban por cuidar a las especies de animales que en las aguas del arroyo habitan “y ahora se les hace fácil dejar que destruyan lo que ustedes nos decían que protegiéramos”.
Dijo también que la el permiso concedido a la Comisión Nacional del Agua es para desazolvar el río Tabasquillo, cuando ese no existe, una cosa serían realizar los trabajos en el arroyo Tabasquillo y otra en el río Grijalva.
Nosotros vivimos y donde pescamos es en el arroyo, y desde nuestros abuelos nos hemos dado a la tarea de conservar las especies que ahí viven, ya no hay nada, por eso también explotábamos el ecoturismo, pero ya no hay peces, el agua del arroyo que era transparente ahora está enlodada y los animales, si no han muerto, huyeron, aseguró.
Mencionó que las obras de la Conagua han avanzado en alrededor de cinco kilómetros, que están por concluir, a lo largo de los cuales han destruido tintales, macuiliés, astutamente los árboles derribados más gruesos, con las máquinas fueron enterrados, pero que aún pueden verse los troncos desenraizados.
Aquí se nos dice que no hay nada, que no hay problema, porque defienden a la Semarnat, nunca nos defenderán a nosotros, agregó.
Cuando el delegado de la Profepa, Antonio Lope Báez y la subdelegada Mayra Villagómez pidieron a los reclamantes que realizaran otra inspección, juntos, Luis Domínguez respondió que sería “como jugar al gato con el ratón”, porque si ustedes no ven daños, quiere decir que no lo quieren encontrar porque están defendiendo a la Semarnat.
Por lo tanto, los representantes de las comunidades exigieron que se paren los trabajos.
Ante el reclamo de los representantes de las comunidades afectadas, del por qué no fueron avisadas o consultadas para la realización de ese proyecto, Mayra Villagómez respondió que no era obligación de esa dependencia de avisarles de los proyectos que se van a realizar.
A ello el abogado de Codehutab, respondió que no es un favor informar a las comunidades, el derecho internacional y constitucional, puntualizó, obliga a las autoridades a consultar los proyectos que les afectan, “desgraciadamente muchos como ustedes creen que los campesinos no cuentan”.
Posteriormente Rodríguez León pidió a los funcionarios de la Profepa, que realice sus inspecciones de manera responsable. Por su parte, la directora de Codehutab, Lorena Sánchez Martínez, dijo que si la Profepa no está para vigilar el procedimiento mediante el cual se autorizó la obra, lo que la gente les pide es que realmente cuiden el medio ambiente, como es obligación de esa dependencia.
La subdelegada pareció indignarse ante el rechazo de los pescadores y campesinos para una nueva inspección, tomó lo que llevaba en las manos y parecía encaminarse a la salida para dar por concluida la reunión, “si ustedes están desconfiando de nosotros…”, dijo
El ex vigilante ambiental entonces planteó a Lopéz Báez: “sí en una nueva inspección ustedes comprueban los daños ¿suspenderán la obra?” A lo cual, el delegado de la Profepa respondió que si.
Aún así la mayoría de los inconformes se negaban a una nueva inspección, la cual finalmente fue aceptada por todos, con la intermediación del abogado Rodríguez León. Así que ayer poco después del mediodía, Lope Báez y la ingeniera Mayra Villagómez partieron rumbo a Tabasquillo para una nueva inspección. Poco antes, el delegado de la Profepa se comprometió a que realizaría otra junto con representantes de la Conagua en los días próximos.
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